Botox en las axilas para evitar la sudoración excesiva

Se conoce como hiperhidrosis primaria a la sudoración excesiva que sobrepasa por mucho a la sudoración normal en épocas de verano y que se presenta al menos una vez a la semana. Aparece en axilas, palmas de las manos, pies o rostro. 

Se calcula que del 2% al 4% de la población sufre este padecimiento desde etapa temprana como la adolescencia y la etapa adulta, aunque los niños tampoco están exentos, ya que es en esa edad cuando se comienza a gestarse el problema.  

Por su parte la hiperhidrosis secundaria es el mismo padecimiento pero provocado por enfermedades complejas como hipertiroidismo, diabetes e infecciones, y cuyo tratamiento está más enfocado en estas enfermedades y no en el sudor excesivo. 

Aunque este padecimiento no es para nada grave, afecta la calidad de vida de quien lo padece, debido a que puede presentarse en el momento más inesperado e inoportuno, haciendo que la persona se sienta insegura consigo misma, además de poder producirse lesiones como rozaduras, mal olor y más. 

Tratamiento con botox

Lo más común para combatir este padecimiento es usar alguna clase de desodorante especializado, pero si eso no funciona se puede optar por una cirugía o, como recientemente se ha comprobado, con inyecciones de botox. 

Se aplica mediante pequeñas inyecciones actúan como un bloqueo de la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular, cesando la producción de sudor entre el segundo y cuarto día después de la infiltración.

Su efecto tiene una duración de seis meses y quienes lo han intentado, aseguran que es la mejor decisión que pudieron tomar, como es la modelo, Chrissy Teigen, quien se pronunció feliz por al fin poder usar seda sin terminar bañada en sudor. 

La aplicación no duele, es muy rápida, no requiere cuidados especiales y el costo es muy accesible, en comparación con lo que se gasta con una cirugía tradicional. 

¿Tiene alguna contraindicación?

Este tratamiento, ya sea en la palma de las manos o en las axilas no tiene efectos adversos y está comprobado que funciona. 

Lo único a considerar, es que dependiendo de la sensibilidad de cada paciente la inyección pueda ocasionar un poco de molestia inicial en la aplicación, la cual puede ser aligerada con una crema anestésica. 

Otro punto realmente relevante es que elimina el sudor excesivo por completo y el paciente no corre riesgo alguno de que aparezca en otra parte. 

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