5 mitos sobre la cirugía alargamiento de pene

El pene siempre ha estado asociado a virilidad, fuerza, y fertilidad en el hombre. El tamaño y grosor del pene, para fortuna o desgracia de algunos, son condiciones determinadas por la genética o la naturaleza.  Afortunadamente existe una solución que si funciona para aumentar medidas y es la Cirugía de Alargamiento de Pene.

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También conocida como faloplastia, esta cirugía tiene principalmente fines estéticos y gracias a este procedimiento es posible que el hombre vea un aumento de entre un 20% y 30% en el largo de su pene.  Ahora te explicaremos 5 mitos alrededor de este procedimiento:

 

  1. MITO 1: Tendré un pene más largo pero sin sensibilidad

Afortunadamente, esto no es verdad. La sensibilidad no cambia pues no se manipulan los nervios ni la piel que dan la sensibilidad al pene.

Durante la Cirugía de Alargamiento de Pene el funcionamiento no se ve afectado ni la sensibilidad.  Una de las ventajas de esta cirugía, es que las relaciones sexuales suelen ser más plenas para los hombres después de este procedimiento.

 

  1. MITO 2: Cualquier persona es candidata al procedimiento

Definitivamente no es así. Antes de llevar a cabo el procedimiento, es acudir a valoración por un cirujano plástico certificado con experiencia en estos procedimientos. El cirujano podrá orientar al paciente si es candidato o no para este procedimiento.

En cuanto a la evaluación física, puede ser que el paciente tenga “micropene”, condición en la cual el pene mide no más de 6 centímetros en estado de erección; bajo estas circunstancias es posible que sea el médico quien te recomiende el procedimiento.

Durante la consulta, si el cirujano plástico detecta un problema psicológico en el paciente, las probabilidades de que acepte llevar a cabo el procedimiento en ese paciente son prácticamente nulas sin antes referir al paciente con un especialista como un psicólogo o psiquiatra.

 

  1. MITO 3: No solo la Cirugía de Alargamiento de Pene es la solución

Hoy en día hay múltiples métodos ofertados que prometen grandes resultados sin necesidad de cirugía, sin embargo, la mayoría de ellos no funcionan e incluso pueden poner en riesgo al hombre. Entre estas opciones se encuentran los siguientes:

  • Ejercicios manuales como Estiramientos: son rutinas que en páginas y blogs prometen dar resultados si se llevan a cabo con suficiente constancia, sin embargo, si esto fuera verdad, ningún hombre sufriría de un pene de tamaño insuficiente.
  • Bombas, extensores o pesas para pene: se trata de aparatos que prometen hacer crecer el pene, sin embargo, la mayoría de los resultados obtenidos son momentáneos y su uso resulta muy incómodo y molesto. En algunos casos pueden ser peligrosos.
  • Pastillas o fármacos: el efecto que estos medicamentos tienen sobre el pene, es el de aumentar la irrigación de sangre al miembro, logrando un pene principalmente más firme, sin embargo, como la mayoría de estos métodos, los resultados son solo temporales. En realidad, no aumentan el tamaño. Algunos remedios que se publicitan como “naturales” no tienen regulación sanitaria y pueden poner en riesgo la salud e incluso la vida.

 

MITO 4: Una vez llevada a cabo la cirugía, es posible tener relaciones sexuales de inmediato

Definitivamente falso. Una de las indicaciones de tu cirujano, será la de tomar los medicamentos necesarios, y cambiar algunas rutinas de salud que te ayudarán a recuperarte más rápido.

De hecho, una de las recomendaciones que tu cirujano te hará es la de esperar un tiempo antes de retomar tu vida sexual. Tu cirujano plástico, con base en tu situación, te dirá tiempo y cuidados necesarios.

 

MITO 5: Puedo pedir que me devuelvan las proporciones anteriores

La Cirugía Alargamiento de Pene es un proceso irreversible, por lo cual, debes estar totalmente seguro de la decisión, y asesorarte en todo momento por un cirujano experto y totalmente profesional.

Es muy importante que tu médico te hable sobre los riesgos propios de una cirugía, pregunta todas tus dudas, todo lo que te han dicho, has escuchado o leído al respecto. Acércate a un cirujano con experiencia en el procedimiento y sobre todo, casos de éxito. De ser posible habla con otros pacientes que se hayan sometido ya al procedimiento y toma la decisión con calma y conciencia.