En cualquier procedimiento quirúrgico en que exista anestesia de por medio es vital cuidar la alimentación que se tiene antes y después. Una buena nutrición previa es esencial para acelerar la cicatrización de las heridas, para reducir el riesgo de infección y para optimizar los resultados obtenidos.
La preparación para la cirugía debe comenzar, idealmente, unas semanas antes del procedimiento, para avalar lo anterior, es necesario practicarse estudios sanguíneos y poner atención en los puntos de alerta, por ejemplo, un déficit de glóbulos rojos o cualquier otro desbalance.
Incluso, lo ideal es una nutrición óptima a través de una dieta personalizada y una suplementación adecuada. La deficiencia de proteínas, por ejemplo, afecta a la cicatrización de las heridas, ya que las proteínas son necesarias para la proliferación de fibroblastos, para la formación de nuevos vasos sanguíneos y para la producción de colágeno, esto de acuerdo a distintos expertos. Aparte de ser muy útiles para la curación de las heridas, las proteínas son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y del sistema nervioso central.
Para lograr lo anterior, basta con consumir carne roja, pescado, huevos, nueces, semillas, los productos derivados de la soya o la quinoa, en el caso de las personas con regímenes alimenticios veganos o vegetarianos, se puede crear una dieta personalizada.
Es recomendable que los pacientes consuman un mínimo de cinco frutas y/o hortalizas orgánicas a lo largo del día. Se puede complementar esta ingesta de frutas y verduras con un complejo antioxidante de calidad y se mantengan relajados, confiando en el excelente servicio que seguramente le brindará el médico.
¿Qué alimentos deben evitarse?
Antes de la intervención estética, por ejemplo, una cirugía estética de busto y en cualquiera, se debe tener un ayuno forzoso de ocho a diez horas, ya que el ayuno insuficiente puede poner en riesgo a la paciente durante la cirugía.
Incluso, los alimentos altos en azúcar refinado o con un índice glucémico alto pueden suprimir la función inmune y favorecer la inflamación. El té verde, la cayena, el ajo, el jengibre, los tomates, las papas y las berenjenas puede afectar a la anestesia y al tiempo de sangrado. También deben evitarse el alcohol o la cafeína.
El día anterior a la cirugía se debe apostar por alimentos ligeros, de fácil digestión; es recomendable cenar, al menos, tres horas antes de irse a la cama, evitando comidas grasas y el consumo de alcohol.
Todas estas recomendaciones, deben serle comunicadas por el equipo médico contratado, días antes de su intervención y usted debe cumplirlas al pie de la letra, por su seguridad.