Cirugía Plástica Genital (Parte 3): Cirugía Reconstructiva Genital

En semanas previas hablé sobre la cirugía plástica genital para fines estéticos. Este es el momento de hablar sobre la parte reconstructiva de la cirugía plástica genital. Para fines prácticos esta rama resuelve deformidades genitales. Podemos englobar las deformidades genitales en tres categorías: congénitas (propias del nacimiento), del desarrollo, y adquiridas. Las deformidades congénitas, también llamadas malformaciones, se presentan desde el momento del nacimiento y muchas veces se asocian a diferentes síndromes que van más allá de este artículo. Con la tecnología actual se puede hacer el diagnóstico desde que el bebé está en formación dentro del vientre de la madre. Las malformaciones comprenden un gran espectro de defectos, muchos de los cuales tienen solución al momento del nacimiento por el cirujano plástico.

Algunas malformaciones se manifiestan desde el nacimiento, como genitales ambiguos (órganos sexuales externos indefinidos) y mala posición del orificio urinario en el pene (llamado hipospadias, epispadias). Otras malformaciones se identifican durante la adolescencia, como falta de formación de la vagina o himen imperforado. Estos raros casos son diagnosticados habitualmente cuando la mujer adolescente no ha iniciado su menstruación a determinada edad y es llevada al ginecólogo por sus padres preocupados.

Las deformidades del desarrollo son las más frecuentes y se manifiestan durante la adolescencia, surgen a raíz de los embarazos, o son debido a cambios propios de la edad. Muchos de estos casos comprenden asimetrías importantes que llegan a causar deformidad franca, flacidez o relajación de los tejidos que pueden afectar las relaciones íntimas y el autoestima de los pacientes.

Las deformidades adquiridas tienen diferentes causas, principalmente son secundarias a accidentes o a cirugía para remover algún tumor o cáncer. Aunque representan el porcentaje más bajo de los pacientes que acuden a consulta, la complejidad de cada caso representa un gran reto. En los últimos años han proliferado aparatos que prometen “rejuvenecer” los tejidos vaginales sin cirugía y son utilizados por médicos que no tienen entrenamiento en cirugía plástica. Las complicaciones de estos aparatos generan un nuevo problema que se encuentra en aumento y consiste en secuelas de quemaduras en los labios menores y canal vaginal.

Cualquiera que sea la causa, las deformidades genitales representan un verdadero martirio para quien las padece y para su familia. La falta de información disponible al igual que los prejuicios sociales hacen que las personas afectadas muchas veces no busquen ayuda.  Es fundamental que el tratamiento de estos pacientes sea multidisciplinario, es decir, deben intervenir diferentes especialistas como psiquiatras, ginecólogos, urólogos, y el cirujano plástico que reconstruirá sus genitales.

Este tipo de cirugías deben ser realizadas siempre en hospitales y no en clínicas periféricas para completa seguridad del paciente. El paciente debe entender los alcances de la cirugía y sus posibles complicaciones. Cuando son menores de edad, la intervención de los padres es imprescindible. Siempre exijan ser atendidos por un cirujano plástico certificado.

Tengamos presente que el aspecto y la función genital no es un capricho ni es vanidad, es una necesidad humana a la que tiene derecho toda persona. Todos tienen derecho a informarse y a conocer los alcances de la cirugía plástica genital. La cirugía plástica genital es muy segura y permite mejorar la calidad de vida de los pacientes cuando es realizada por un cirujano plástico experto y en un ambiente adecuado.

Cirugía Reconstructiva Genital Femenina